Con la llegada del calor y el aumento de los desplazamientos, el riesgo de que nuestro coche sufra alguna avería aumenta considerablemente.
En verano aumenta el riesgo de avería. Si combinamos las altas temperaturas, los trayectos largos en carretera y un coche sin el mantenimiento adecuado, tendremos como resultado la típica avería veraniega. Si no quieres montar en grúa este verano, te aconsejamos tener especial atención con los sobrecalentamientos del motor, el uso excesivo del aire acondicionado, y el desgaste de los neumáticos.
Los peligrosos sobrecalentamientos
Con la llegada del verano las temperaturas aumentan notablemente superando incluso -en algunos puntos de España- los 45 grados centígrados. Los que sufrimos este calor en casa delante del ventilador o en la playa sintiendo la brisa marina logramos sobrevivir, pero ¿qué pasa con los coches? ¿Cómo les afecta este calor a nuestros vehículos?
Debido a las altas temperaturas, los sistemas de refrigeración del motor sufren especialmente cuando, por ejemplo, el vehículo circula a velocidades más lentas de lo habitual. A menor velocidad, la temperatura del motor aumenta al recibir menos aire, lo que requiere un mayor esfuerzo por parte del líquido refrigerante.
Si la temperatura del motor supera los 90 grados centígrados, lo más aconsejable es detener el vehículo y esperar a que la temperatura del motor vuelva a la normalidad. De lo contrario, podrían producirse averías en el motor tales como el peligroso gripado.
Cuidado con el uso excesivo del aire acondicionado
Según los datos publicados hace unos años por el grupo Red Europea de Garantías de Vehículos (REGV), el aire acondicionado es el responsable del 35% de las averías que se producen en verano. El mal uso del climatizador puede provocar problemas como el desgaste de las tuberías, roturas del comprensor de aire o el mal estado del filtro de polen o el filtro deshidratante.
Si eres de los que nada más subir al coche, encienden el aire acondicionado a máxima potencia, te aconsejamos sustituir esa práctica por un encendido de menor a mayor potencia. Así evitarás que se realimenten en exceso las resistencias, y tu coche tendrá menos posibilidades de sufrir averías este verano.
Vigila los neumáticos
En verano hay que prestar una atención extra al estado de los neumáticos de nuestro coche. En algunos lugares el asfalto por el que nuestro coche circula puede alcanzar los 70ºC, lo que se deriva en un aumento de la degradación de los neumáticos.
Si quieres evitar reventones o un excesivo desgaste de las gomas debes revisar el estado de los neumáticos, para lo cual resulta imprescindible saber leer las inscripciones que hay en los laterales de las ruedas. Los neumáticos deben usar la presión recomendada por el fabricante del vehículo para evitar el deterioro del neumático por sobrecalentamiento, así como los daños en los flancos del neumático o su excesivo desgaste.
La sobrecarga del vehículo -algo muy habitual durante las vacaciones estivales- puede afectar tanto a los neumáticos, como a los sistemas de suspensión y frenada del coche.
FUENTE: ACELERA