La distancia de frenado de un vehículo resulta vital para circular con seguridad. Ésta depende de varios factores, entre ellos, el correcto funcionamiento y mantenimiento del sistema de frenos.
Los fabricantes apuntan a ciertos periodos de revisión del sistema de frenado del vehículo, normalmente en función de los kilómetros realizados, pero no se suele tener en cuenta el tipo de vía por la que se circula normalmente.
Los expertos revelan que aquellos vehículos que circulan normalmente por vías urbanas experimentan un mayor desgaste en su sistema de frenos que aquellos vehículos que circulan por vías interurbanas. Si este es tu caso, convendría que revisaras los frenos de tu coche con más frecuencia.
Si tu vehículo es nuevo, o relativamente nuevo, verás en el salpicadero un testigo luminoso que se enciende cuando las pastillas están llegando al final de su vida útil. Además, también existe otro «chivato»: el testigo del nivel de líquido de frenos. Su papel a la hora de activar la presión que ejercen las pastillas sobre los frenos está directamente relacionado con el grosor de éstas.
Pero si tu vehículo no dispone de estos testigos en el salpicadero y oyes los chirridos de los frenos al pisar el pedal o si notas que el coche no se detiene con la misma eficacia que antes, es el momento de acudir a tu taller de confianza.