
Se trata de un fenómeno que todos conocemos y que los fabricantes de neumáticos intentan reducir, aunque sin demasiado éxito. ¿Pero sabes qué hacer si tu vehículo experimenta aquaplaning? Te lo contamos.
De entrada, hay que entender en qué consiste el fenómeno llamado aquaplaning. Cuando llueve mucho se deposita gran cantidad de agua en el asfalto. Cuando circulamos por una carretera en este estado, y sobre todo si circulamos a gran velocidad, podemos sentir una pérdida gradual de contacto entre el neumático y la superficie de la calzada, provocada por la entrada de una delgada capa de agua, entre ambos. Básicamente, es esto consiste el aquaplaning. Y ¿qué debemos hacer si nos ocurre?
Lo primero es no girar el volante, porque puedes perder el control del vehículo al no conseguir maniobrar. Además de no tocar el volante, se recomienda apretar el pedal del embrague. Salvo que conduzcas muy rápido, este fenómeno sólo afecta a las ruedas delantera, que barren el agua a las traseras. Cuando salgas del charco que está provocando el aquaplaning, las ruedas volverán a agarrarse al asfalto, y lo harán con la tracción del motor. Si tu coche avanza descontrolado esto puede tener un efecto fatal. Sin embargo, si pisas el embrague libras a las ruedas de la potencia del motor.
Otro consejo básico que debes seguir es evitar frenar. Piensa que cuando la rueda recupere el contacto con el asfalto, estará bloqueada y podrías perder fácilmente el control del vehículo.
Por supuesto, no hace falta recordar que cuando circules con lluvia deberás disminuir la velocidad. Los efectos del aquaplaning si el vehículo no va muy rápido disminuyen considerablemente.
Además, una revisión periódica de los neumáticos de tu vehículo es muy recomendable para que tu coche se adhiera al asfalto cómo es debido.