Conocimientos como este son básicos a la hora de circular, porque un pinchazo puede ocurrirle a cualquiera y en cualquier momento, y más vale tener los recursos para solucionarlo.
Lo primero que debemos hacer es asegurarnos de qué sistema disponemos para solventar un pinchazo. En este caso hablamos de hasta 3 posibles opciones: rueda de repuesto, rueda de galleta (más pequeña que la de repuesto y que nos permitirá hacer la distancia necesaria para llegar al taller más cercano) y kit repara pinchazos.
El caso que hoy nos ocupa es el de la sustitución de un neumático por otro, sea de repuesto (igual que el que equipa nuestro vehículo) o de galleta.
Es recomendable realizar la operación de cambio de rueda en un lugar donde no estorbemos al tráfico y podamos trabajar con espacio suficiente sin poner en peligro nuestra integridad. Por supuesto, debemos señalizar la posición de nuestro vehículo mediante los triángulos y ponernos el chaleco reflectante para que los demás conductores nos vean.
A partir de este punto, empezamos con la operación de sustitución de la rueda:
- Debemos aflojar los tornillos de la rueda un poco antes de levantar el coche con el gato hidráulico.
- Ubicar el gato en el lugar correcto (debajo de los faldones del coche) y elevarlo hasta que los neumáticos queden en suspensión.
- Es el momento de retirar los tornillos del todo y sacar la rueda pinchada.
- Ponemos la rueda de repuesto o de galleta, colocándola de forma correcta para que encajen los agujeros de los tornillos.
- Mientras sujetamos la rueda, volvemos a poner los tornillos, empezando por los de abajo.
- Apretamos los tornillos.
- Bajamos el gato para que las ruedas vuelvan a tocar el suelo.
- Finalmente, con el neumático sustituido, terminamos de apretar bien los tornillos.
Si seguís estas instrucciones, el cambio debería resultaros sencillo y rápido. Ahora bien, no olvidéis sustituir la rueda de recambio tras el cambio, por si alguna vez volvierais a tener un pinchazo.