No queremos que pasen, pero desgraciadamente los accidentes de tráfico ocurren y tenemos que estar preparados para ayudar a quienes nos necesiten. Según la Dirección General de Tráfico la clave está en tres grandes principios: Proteger, Avisar y Socorrer (PAS).
Proteger: Aparca lo mejor posible tu propio vehículo y ponte el chaleco reflectante antes de bajar del mismo. No permanezcas en la calzada, no te acerques a un automóvil en llamas o si observas que transporta mercancías peligrosas. Señaliza cuanto antes la zona colocando los triángulos de preseñalización y encendiendo las luces de emergencia o las de posición.
Avisar: Llama a los servicios de emergencia (112). Debes facilitar:
• Localización del lugar del accidente. Calle, número, punto kilométrico, y si es una vía de doble sentido hay que decir la dirección. También es importante facilitar cualquier detalle que facilite el reconocimiento del lugar (un restaurante, una gasolinera…).
• Número de heridos. En este caso, facilitar toda la información que pueda ser útil (si están conscientes, si están sangrando…).
• Circunstancias especiales. Existencia de personas atrapadas, peligro de caída del vehículo, si alguien ha caído al agua…).
Socorrer: Sé extremadamente cuidadoso con el fin de no añadir o agravar posibles lesiones.
• Como norma general, no muevas a los heridos ni los saques del vehículo.
• Si se trata de un motorista, no le quites el casco.
• No le des bebida, ni comida ni medicamentos.
• No lo traslades por tu cuenta.
• No te marches hasta que los servicios de emergencia te lo indiquen.
• Permanece cerca de los heridos, si es posible a su lado. Intenta tranquilizarlos.
• En caso de que sepas y sea necesario, realiza los primeros auxilios.
¿Te ha quedado claro? Recuerda que no se trata de un juego y que en muchos casos puede haber vidas en juego. En cualquier caso, esperamos que no tengas que poner estos consejos en práctica 😉 .
¡Disfruta de un feliz verano!