
Empieza a resultar común que los fabricantes de automóviles sustituyan las ruedas de repuesto por kits reparapinchazos. Por una parte, es normal, pues éstos ahorran espacio y peso en el vehículo pero, ¿sabemos cómo funcionan? Te lo contamos.
Cuando sufras un pinchazo mientras conduces, debes tomarte la situación con toda la calma posible y buscar un lugar seguro donde detenerte (que sea plano y evitando estar expuesto al lado de la vía por donde circulan los coches). Ponte el chaleco reflectante, coloca los triángulos homologados y conecta las luces ‘warning’ para que los demás conductores te vean bien.
Una vez hecho todo esto, debes identificar el tipo de pinchazo. Si el neumático está rasgado, no hay mucho que hacer. Llama a la grúa y no te arriesgues. Pero si se trata de un pinchazo, podrás repararlo con el kit antipinchazos:
– Eleva tu vehículo usando el gato elevador
– Procede a reparar el neumático con el kit: agita el bote y conéctalo al neumático a través de su válvula (quitando antes el tapón). Vacía el aerosol y tapa la válvula de nuevo. Espera unos minutos a que la espuma se seque. Antes de apoyar la rueda en el suelo de nuevo, gírala hasta que el pinchazo quede en la parte superior para tenerla controlada. Si al bajar, el coche no pierde espuma, ya puedes emprender tu marcha hasta el taller más cercano y a una velocidad no superior a los 80 km/h.