Es época de frío y lluvias, y en las zonas costeras, la humedad supone un gran peligro para la pintura de tu vehículo. Por eso, haz caso de estos consejos para conservarla:
– Idealmente, para que las inclemencias del tiempo y la humedad no estropeen el aspecto exterior de tu coche, éste debe dormir en garaje. Pero esto no siempre resulta posible, por lo que debemos tener en cuenta el resto de consejos.
– Si la carrocería de tu vehículo presenta abolladuras o arañazos, las primeras lluvias del otoño y la humedad pueden traer consigo la corrosión y el óxido, algo que empeorará el estado de la pintura y la apariencia exterior del vehículo. Asegúrate de reparar tales imperfecciones antes de que éstas vayan a más.
– El estacionamiento debajo de los árboles no es una buena idea en esta época del año, aunque a veces resulta inevitable. La caída de hojas y ramas sobre nuestro vehículo pueden rallar la pintura, por no hablar de los excrementos de los pájaros que habitan en los árboles. En este último caso, conviene lavar el coche cuanto antes para evitar la degradación de la pintura.
– No uses la lluvia como método para lavar el coche. Aunque es una práctica que muchos conductores realizan, coger el coche cuando llueve para que se limpie no es una buena solución. La lluvia suele ir acompañada de barro y diversas partículas que no le harán ningún bien a la carrocería de tu vehículo.
– Lavado a mano y con productos específicos, si es posible. A modo de recomendación, siempre es preferible lavar tu coche a mano, evitando las lanzas de presión. Aun así, si os gusta este método de lavado, debéis respetar la distancia del chorro de agua con la carrocería. Además, deberás evitar apuntar directamente a las juntas de la carrocería, salidas de aire o imperfectos en la pintura.