Los amortiguadores pertenecen, junto a los neumáticos, al sistema de suspensión del vehículo y garantizan la suavidad en la conducción. Los amortiguadores no sólo proporcionan confort en la conducción, sino que también representan una garantía de seguridad, puesto que ayudan a controlar el vehículo, especialmente a altas velocidades y en situaciones de riesgo. Por ello, se les considera uno de los tres componentes esenciales del llamado “Triángulo de la seguridad”, junto a los neumáticos y los frenos. Son los que garantizan que las ruedas estén siempre pegadas al suelo.
Hemos de estar atentos a las reacciones del vehículo, especialmente en suelo mojado o durante el frenado. Según su comportamiento, detectaremos un posible desgaste de nuestros amortiguadores, ya que no existe ningún tipo de testigo que pueda avisarnos del desgaste de los amortiguadores.
Indicios que confirman un cambio de amortiguadores
Las ruedas se desgastan por secciones y saltan durante la marcha, dando el vehículo brincos descontrolados haciéndose difícil su conducción en las curvas. Se aprecia una pérdida de estabilidad en la conducción considerable perdiendo confort y una mayor distancia de frenado. En asfalto húmedo, hay una menor adherencia y al frenar el vehículo tiende a inclinarse hacia adelante.
Si has notado cualquiera de estos indicios, ponte en contacto con nosotros y te revisaremos tu amortiguación.