
La renovación del mítico Suzuki Vitara llega este 2015 para marcar un antes y un después en la historia de este modelo tan representativo de la marca.
Cuando hace 20 años empezó a entrarnos a todos la fiebre de los todoterrenos, el Suzuki Vitara era sin duda una de las referencias en un segmento que comenzaba a asomar la cabeza.
Heredero de otro modelo mítico como el Sanata/Samurái, el Vitara se hizo un hueco en el mercado gracias a la confortabilidad y habitabilidad que ofrecía, en comparación con la dureza y poca comodidad por las que se definían los demás 4×4 del momento.
Pero pronto las demás marcas empezaron a despertarse y a lanzar vehículos de características parecidas que hicieron que el Vitara quedara en la sombra durante unos años.
Pero ahora el mito resucita. Y lo hace por todo lo grande. Suzuki ha elegido el año 2015 para una renovación y un relanzamiento global de su querido Vitara con tres cartas de presentación principales.
Por un lado, el diseño, rompedor en lo que se refiere a las anteriores generaciones del Vitara, pero en la línea que se está escribiendo en el mercado global en cuanto a líneas muy modernas, muy felinas, y con unos colores muy atractivos, tanto en los tonos, mucho más variados y brillantes, como en la personalización extrema de cada vehículo, empezando por el bitono, con unos techos en color blanco tan imaginativos como atractivos.
En segundo lugar, el gran equipamiento y tecnología que incorpora de serie lo colocan en las primeras posiciones frente a sus competidores. Por destacar un aspecto en concreto, toda la gama del Vitara incorpora la tecnología Start&Stop de serie.
Finalmente, la última carta de presentación que lo convierten en una opción muy a tener en cuenta es su precio. El Suzuki Vitara se presenta con unos precios terriblemente atractivos y competitivos, pues esta nueva generación del todocamino japonés parte de los 16.110 euros con motor de gasolina y de 18.110 euros en sus versiones diésel (ambos motores alcanzan los 120 caballos). Y si sumamos unos consumos muy ajustados de 4 litros en diésel y 5,3 de gasolina, solo podemos augurar un renacimiento feliz a un vehículo que sigue siendo muy divertido de conducir por cualquier tipo de asfalto.