
Todas las gasolineras señalan la prohibición categórica del uso del teléfono móvil en sus recintos por riesgo a una explosión. ¿Pero se trata de un riesgo probable?
Todos conocemos la prohibición del uso del móvil en las gasolineras, aunque lo cierto es que muchos lo obvian y la verdad es que no se han registrado incidentes al respecto.
La FCC, la Comisión de Comunicaciones de Estados Unidos, apunta en su página oficial que muchos manuales de móviles y estaciones de gasolina recomiendan no encender el móvil o contestar llamadas cerca de vapores inflamables debido a riesgo de ignición. Aunque la probabilidad de que al encender el teléfono o realizar una llamada éste provoque una chispa es remota.
Por otra parte, la industria inalámbrica ha realizado estudios sobre el potencial de los teléfonos inalámbricos de crear chispas que indican que teóricamente se trata de un hecho posible y, por ese motivo, la advertencia reside en este porcentaje de probabilidad.
Echando más leña al fuego, el Instituto Americano del Petróleo apunta que lo que podría generar una chispa que originase un incendio no reside en el uso del móvil sino en la electricidad estática que hay en nuestros cuerpos. A raíz de esta afirmación se justifica el consejo de no entrar en el vehículo una vez se ha introducido la boquilla en el tubo de llenado. Manteniéndonos fuera del vehículo evitamos cargar nuestro cuerpo de electricidad estática que podría entrar en contacto con los vapores de gas al coger la boquilla de combustible de nuevo. En caso de tener que entrar en el vehículo mientras repostamos, se considera recomendable tocar alguna superficie metálica del coche antes de coger la boquilla de nuevo, precisamente para descargar el exceso de electricidad estática que tenemos.
Sea como sea, la prohibición sobre el uso del móvil en las gasolineras sigue rodeada de interrogantes y muchas probabilidades por demostrar.