Nissan ha aprovechado el Salón del Automóvil de Ginebra para presentar su nuevo prototipo SWAY, una mezcla entre el Juke y el Qashqai.
Nissan presentará un concept car que podría indicarnos por dónde van los tiros de la próxima ofensiva de la marca japonesa. Su nombre es Nissan SWAY Concept.
Para su desarrollo, los técnicos, diseñadores e ingenieros se han basado en la misma estrategia de planificación que emplearon anteriormente con los superventas Nissan Qashqai y Juke, dos modelos que copan prácticamente el 75% de las ventas totales de toda la gama de vehículos Nissan.
El prototipo, de segmento B y diseñado específicamente para gustar en el continente europeo, pretende revolucionar el segmento, de los más conservadores del mercado, con este arriesgado y atrevido diseño. El modelo mide 4,01 metros de largo (2,57 metros corresponden a la batalla), 1,78 metros de ancho y 1,38 metros de altura.
La parrilla en forma de V, el paragolpes a juego, los curiosos faros delanteros y traseros «con forma de boomerang» y luces LED, el techo panorámico de cristal flotante, la ausencia de pilar central, la marcada línea de cintura, el difusor trasero con luz central al estilo F1 o las salidas de escape trapezoidales, son algunos de los rasgos más llamativos de este concept car, que luce un color gris azulado y detalles en naranja contrastado.
Por dentro predomina un azul oscuro con elementos en contraste en tonos marfil y naranja, éste último similar al exterior, así como componentes fabricados en aluminio. Según Nissan, el salpicadero en forma de ala se inspira en el de los prototipos IDx, y lo principal es la funcionalidad, por encima de la pura estética.
El interesante volante de tres radios deja ver por detrás un cuadro de instrumentos con únicamente dos relojes (cuentavueltas y velocímetro), así que el resto de funciones pasan a la tableta trapezoidal situada en el centro de la consola. Por su parte, los asientos tienen una estructura de aluminio.