
Aunque no lo sepamos, hay muchos motivos por los que un agente de Tráfico podría inmovilizar nuestro vehículo.
Te enumeramos todos los argumentos por los que, a día de hoy y con la Ley de Seguridad Vial en la mano, podrían inmovilizar nuestro vehículo mientras conducimos:
– Si circulamos con niños sin el sistema de retención infantil obligatorio.
– Si conducimos bajo los efectos del alcohol y/o las drogas y ninguno de nuestros acompañantes está en condiciones de ponerse al volante.
– Si circulamos en motocicleta sin casco, ya sea el conductor o el pasajero el que no lo lleve.
– Si el vehículo no dispone de autorización administrativa para circular.
– Si el conductor no ha contratado una póliza de seguro, o ésta no está en vigor.
– Si circulamos con el vehículo en muy mal estado o con anomalías que supongan un peligro para el resto de conductores, o bien si el vehículo no ha superado la ITV.
– Si viajamos con más del 50% del número de plazas autorizadas en nuestro coche, sin contar el conductor. Es decir, si viajamos con 8 o más personas cuando nuestro vehículo sólo está homologado para 5 pasajeros.
– Cuando el vehículo supere los niveles de gases, humos y ruidos permitidos por ley.
– Si circulamos con un antirradar instalado en nuestro vehículo.
Este último punto se ha convertido en uno de los más comentados recientemente, pues con la última reforma de la Ley de Seguridad Vial se han prohibido tanto los detectores como los inhibidores de radar, quedando los avisadores de radar como COYOTE, que permite conocer el estado del tráfico y la situación de los radares a tiempo real, como única opción legal para llevar en nuestro vehículo, con lo que además de conducir de forma más segura podremos evitar las tan temidas multas por velocidad y que nos inmovilicen el vehículo ya que estos avisadores son 100% legales.